El otro día estaba perdiendo el tiempo en redes sociales y caí en cuenta de una situación que me dejó un sin sabor. Hablaba unos posteos atrás de cómo esa efemeridad de las redes creo que la estamos llevando también a la forma en que nos comunicamos con nuestros amigos y familia, pero lo que me generó escosor es que creo que también lo estamos llevando a nuestros sentimientos.
Me voy un poco más atrás.
Desde hace mucho he tratado de encontrar en mis recuerdos un momento donde se me haya enseñado a lidiar con emociones negativas y no he logrado encontrarlo. En nuestra cultura es común que se enseñe a reprimirlas: "no llores", "ya te vas a enojar", "las niñas grandes no lloran y los niños no lloran" (no hablemos del machismo de esa frase...),"es que eres bien enojona", "ya anímate no estés triste", "ya supéralo, ya pasó"; estas frases, que podrían considerarse inocentes o dichas con la mejor intención, nos orillan a cancelar nuestras emociones negativas, como si fuera una debilidad o un error mostrarlas y tenerlas.
Como consecuencia tampoco sabemos lidiar con las emociones negativas de otros, no sabemos como reaccionar ante el enojo, la tristeza, la frustración de los que queremos o nos rodean, lo que muchas veces lleva a la burla, a la desacreditación o a simplemente preferir ignorar esos estados de ánimo, y caemos en un círculo vicioso.
Esto aplica en muchos aspectos, recuerdo que el duelo que viví por la muerte de mi mamá se tradujo en la pérdida de muchas personas "cercanas" que no sabían como lidiar conmigo y mis emociones negativas tan evidentes.
Vivimos con una presión constante de buscar y encontrar la felicidad, sea lo que sea que eso signifique, y demostrar que somos felices y "que estamos bien".
Ya lo dice Manson: "Are you Alright? 'Cause I'm not ok."
Para mi las emociones negativas son tan válidas y necesarias como las positivas, nos permiten sentir, nos hacen saber que estamos vivos, que las cosas nos importan, son una parte intrínseca de nuestro ser y una puerta de autoconocimiento, ¿por qué quieren que las ignoremos?¿por qué necesitamos permiso para vivirlas?
¿Y qué tiene que ver esto con las redes?
Mientras perdía el tiempo el redes, me topé con un artículo de un feminicidio que por supuesto me hizo enojar, me generó frustración, indignación, miedo y todas esas emociones que sentimos cuando nos enteramos que la mujeres siguen desapareciendo impunemente en nuestro país; pero a tan solo un swipe de distancia estaba un video de perritos tiernos y a un swipe más noticias de la nueva PS5. Todos temas de mi interés.
Pasamos del "Me gusta", al "Me enoja" , al "Me Divierte" en no más de 20 segundos.
Y es que así vivimos ahora, con las emociones cortas, con la capacidad de "cambiar de realidad" en un swipe, ¿cómo afecta esto nuestra capacidad afectiva? ¿cómo merma nuestro encuentro con las emociones reales?
Si ya desde antes nuestra cultura nos cancelaba las emociones, cómo nos manejamos ahora en un mundo que nos dice que podemos sentirnos "mal" solamente 2 segundos porque de inmediato viene algo que sustituirá ese sentimiento negativo por algo más agradable.
No solamente estamos mermando nuestro tiempo y forma de comunicación, también de sentir. La atención, el interés que le ponemos a las cosas y el tiempo que nos damos para vivir nuestras emociones se acorta. ¿Hace cuánto que no hablas de sentimientos reales con tus amigos o con tu pareja? ¿Hace cuánto no estabas demasiado ocupado para hablar "de lo mismo" 20 veces? ¿Hace cuánto no disfrutas con una canción triste?
0 Comments:
Publicar un comentario