Desde hace unos años nuestra sociedad se ha infestado - sí, como plaga- de personas que se sienten moralmente superiores a todos los demás que vivimos en el planeta.
Este efecto se ve potenciado en las redes sociales, en dónde todos tienen una opinión de todo, el multitask ha llegado muy lejos... Uno de los más frecuentes puntos relacionados con esto es el tema del "privilegio", una palabra que ya me genera mucha repulsión de tanto leerla.
Siento que como sociedad que ya estamos en un loop de querer colocar a la gente que tiene (o tenemos) un poquito más o algo diferente a que otros en una especie de penitencia permanente y de deuda con el mundo. Pareciera que tener algo más fuera un crimen o fuese sinónimo de ser un ratero y un culero.
Considero que hay una gran diferencia entre estar agradecido y tener conciencia de que la posición de unos no es la misma que la de otros menos afortunados y que debemos ayudar y apoyar siempre que sea posible, empatía le llaman. Y lo que sucede y se dice ahora.
Pero ¿cómo se mide el privilegio? ¿qué tanto debes tener para ser considerado privilegiado? ¿a partir de cuanto privilegio es válido ser odiado y repudiado por los que tienen menos?
El privilegio no se mide ya solamente por el ingreso económico y bienes materiales, también por el color de piel, la orientación sexual, el sexo con el que se nació y un largo etcétera. Y parece que nadie se ha dado cuenta que si ciertas características de las personas se ven privilegiadas es porque ese es el mundo que hemos construido y que seguimos construyendo, pues estos argumentos de activista de silla en lugar de generar algo positivo, como reflexión, solamente alimenta el muy amplio catálogo de razones que tenemos los humanos para odiarnos y matarnos unos a otros.
Argumentos que se emiten también desde una visión mermada, sesgada por el prejuicio, desde el resentimiento o por personas con complejo de super héroe.
¿Acaso tienes derecho a hablar por otros que tienen una posición diferente a la tuya? ¿Eso no es también hablar desde el privilegio?
Lo que empezó con un, quizás, deseo genuino de cambiar y mejorar el mundo para todos se ha convertido en una guerra de opiniones sin fundamentos, baratas en su mayoría y en búsqueda de reafirmación de idelogías + likes de los cuates.
El discurso se pierde aún más cuando parece que el punto no es buscar mejores condiciones para otros, si no una cruzada que busca la pérdida de esos privilegios para todos: "¿Por qué tú si y yo (el/ella/ellos) no? ¡Estemos todos igual de jodidos!”
Acá lo interesante sería empezar a preguntarnos ¿qué puedo hacer para mejorar el mundo con mi privilegio? porque bien lo dice el dicho: "Siempre hay alguien peor que tú", y si lo pensamos así todos absolutamente todos tenemos algún privilegio.
0 Comments:
Publicar un comentario