Nunca he sido partidaria de nuestro actual presidente, ni cuando era una adolescente llena de ideales de cambio y fé en la sociedad me convencía.
En las últimas elecciones me generaba mucho estrés emocional ver que había personas convencidas de una forma casi sectaria que el cambio estaba él o que él lo representaba.
Yo soy firme creyente de que es imposible que este país cambie si no hay un esfuerzo de ambos lados de la balanza gobierno - sociedad, y no creo que la mayoría de la gente tenga (y quiera tener) el juicio crítico necesario para emprender semejante odisea; tampoco creo que todo deba dejarse en manos del gobierno, sobretodo en un país que históricamente ha demostrado no contar con un gobierno que busque lo mejor para sus ciudadanos. Ese fue y sigue siendo el principal motivo por el nunca pude coincidir con esa "nueva propuesta", el discurso de que solo por el hecho de él estar en la silla presidencial automáticamente iba a resolver los problemas y que la gente iba a cambiar por ósmosis ¿cómo un puede discurso que no incluye a los ciudadanos y sus responsabilidades para con el mundo ser tan cautivador? Por que es irreal, porque su vertical es la ley del menor esfuerzo y si bien muchos mexicanos le chingamos todos los días, también hay una gran porción de la población que no está dispuesta a hacer la parte que le toca para que las condiciones de todos mejoren.
Nuestra sociedad mexicana está herida, tiene problemas históricos que van más allá de los gobiernos de Peña- Calderón-Fox, tenemos sesgos mentales tan profundos que no estoy segura que puedan arreglarse. Por eso tenemos el presidente que tenemos, lleno de resentimientos, enfocado a dividir al país aún más, y a no resolver nada que no sea para su bolsillo. Un partido que se vendió de izquierda pero que siempre demostró que era más de derecha que otros.
Ayer leí este artículo que habla de la Diversidad Sexual en tiempo de la 4T, un breve resumen que deja ver cómo este gobierno no solamente no ve nuestros derechos LGBT(xxxx) como parte de su agenda, si no que incluso está dispuesto a pisotear lo poco o mucho que se ha avanzado.
Mi primer alerta fue su asociación con el PES, no solamente un partido 100% conservador además un partido que busca frenar legislaciones sobre temas que en estos tiempos tienen que dejar de ser un tabú y que literalmente salvan vidas, estoy hablando de que un "partido" intolerante no puede tener cabida en un discurso que se jacta de ser para todos. Para mi siempre fue evidente que lo que se buscaba a destajo era la obtención de votos, de donde vinieran pero que cayeran. No hubo jamás un compromiso claro con ninguna causa, discursos a medias, promesas en el aire, sin sustentos, sin proyectos.
Recuerdo que vi que el famoso y conocido antro gay "La Purisima" de la CDMX estaba por realizar una fiesta en honor al entonces candidato a la presidencia, ¡qué escándala!, me generó mucho cringe... los cuestioné por twitter "No entiendo como un lugar LGBT puede apoyar a un apoyar a un partido que se alía con el PES?" , el bufe no se hizo esperar, me atacaron como urracas, prácticamente me dijeron que si no me gustaba nunca más volviera a ir - cosa a la que por supuesto hice caso- y es que a veces nosotros mismos somos nuestros peores enemigos.
Y es que eso fue lo que pasó las elecciones pasadas, por hartazgo, por la búsqueda genuina de un cambio, por falta de opciones, por lo que quieran, la gente se olvidó del juicio crítico, se olvidó que el pueblo paga a los gobernantes y que si las cosas son incongrentes tenemos derecho a demandarlas, y los que lo hacíamos nos volviamos automáticamente enemigos, derechistas, vendidos, amantas de calderon, no hubo espacio para la discusión, para el análisis, para ver los muy muy evidentes focos rojos.
¿Cómo es posbible que no se escandalicen cuando dice que nuestros derechos deberían ser sometidos a una encuesta? ¿Cómo es posible que no les ofenda que los medicamentos para personas con VIH hagan falta? ¿Cómo es posible que no les retuerza el estómago de dolor cada vez que un activista aparece muerto?
Ante estas circunstancias, el gran reto del activismo LGBT en este gobierno es primero lograr la unidad como movimiento, ya que deben asumir que el gobierno actual no es de izquierda, que el presidente no tiene en sus prioridades al sector LGBT, y que para la 4T le reditúan electoralmente más los votos de fe de grupos cristianos o evangélicos, que de las poblaciones de la diversidad sexual.
Hoy es tarde, hoy se están perdiendo muchas de las cosas que en años anteriores se habían avanzado en temas de LGBT(xxx) y casi nadie está haciendo nada, ni siquiera nosotros mismos, la comunidad, nadie le está demandando a este señor nada.
Es momento de informarnos y no quitar el dedo de la llaga , nada de lo que ha logrado fue por buena voluntad, es nuestro deber alzar la voz , no podemos detenernos, no podemos ir hacia atrás, solo hacia adelante.
La única manera de avanzar es dejar de hacernos los ciegos, dejar atrás las ideologías políticas personales y entender que nuestros derechos son un tema de todos y que deben ser demandados a quien sea que esté en el gobierno, nos simpatice o no.
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