>> Había besado antes, pero nunca había besado a alguien que te quitara el aliento, que te robara el alma por un segundo y te dejara caer en lo que parecía un vacío que no daba miedo.
Yo, que había crecido con fantasías a medias, alimentadas por la televisión y las canciones pop románticas tan pegajosas de la radio, convencida de conocer un sentimiento que no sabía me era ajeno.
Fue un momento suspendido, tan breve y eterno, una mirada -quizás acompañada de un suspiro- no hubo que decir más…El roce de nuestros labios dio paso a un beso tan natural como si fuera destino, de esos que inspiran poemas épicos; un beso robado, interceptado en el lugar menos tímido de la casa. Usamos la puerta del baño como recargadera, como si necesitáramos un soporte que nos ayudará a respirar.
En ese momento supe que a eso sabía el amor.
0 Comments:
Publicar un comentario