Una de las cosas que más impacto me causó cuando fui a Europa y me hospedé en hostales, fue que había de esa que llaman "gente grande" en los hostales, personas de más de 50 años viajando y viviendo la vida. Recuerdo que me causó mucha impresión porque inevitablemente pensé en mi mamá, que no se hubiera atrevido a hacer un viaje así, y menos hospedándose en hostales, ni a sus 40, ni a sus 50 (para ese momento ya había fallecido con 62 años de edad).
Con 35 años recién estrenados, hay días que me siento una persona completamente devastada y anciana. Una estupidez claro.
Pero ¿han notado la cantidad de bromas de mal gusto y menosprecio que hay por las personas de >30?
Y es que en nuestra cultura matamos y nos matan desde antes, entre broma y broma nos volvemos ancianos, los que no debemos opinar, los que aventamos a cualquiera que no piense como nosotros el "ok boomer" de forma despectiva y agresiva infiriendo que tener más de 50 te invalida automáticamente.
Pasa en todo, en lo laboral, en lo personal, en lo social.
Hablemos de la horrenda palabra: chavoruco.
Siempre que la escucho me genera ñañaras impresionantes, una palabra despectiva a más para definir a la gente que aparentemente "ya está muy grande para actuar, decir, tener, vestir o hacer determinada cosa.
¿Por qué?
¿En qué se basan para tildar a alguien con ese horrible calificativo?
Si bien estoy de acuerdo en que hay cosas que a determinada edad deberíamos de "no hacer", considero que eso tiene más que ver con un tema de madurez, un tema emocional más que actitudinal. ¿Qué le da derecho a las personas para opinar sobre cómo debe vestir una persona a cierta edad, qué debe o no gustarle, qué hobbies puede o no tener? Eso debe ser una decisión personal y creo que la generación Millenial es el ejemplo de esto.
Los Millenials somos la primer generación que realmente creció con videojuegos, series, caricaturas y que ahora permitimos que la nostalgia se adueñe de nuestra cartera. Las generaciones anteriores eran mucho más protocolarias y dispuestas a seguir el plan impuesto socialmente de nacer, crecer, reproducirse y morir. Con todo lo que eso conlleva in between, como crecer laboralmente, comprar una casa, vestir formal (como adulto), olvidarse de los hobbies porque ya no alcanza para mantener la familia, y un largo etc.
Somos también una de las generaciones más activas en el tema de no querer tener hijos y ¿qué querían? Vivimos en un mundo donde es cada día menos viable poder comprarnos una casa, tener un negocio, o un empleo con remuneración decente. Un mundo lleno de outsourcing, de bajas prestaciones, de competencia desleal, de crecimiento basado en las cosas equivocadas. ¡Algo nos tiene que quedar! Entra el entretenimiento, las experiencias, y todas esas cosas que nos hacen sentir que al menos estamos haciendo algo aunque no estemos construyendo mucho para el futuro.
En lo laboral, tener 30-40 es estar como en el momento justo de hacer algo, lo que sea, porque lo que sigue ya solamente es declive. Las empresas te dejan de llamar, las vacantes piden personas de 25-30. Los 30-40 son como un limbo, es como si fueras muy viejo para ciertas posiciones, pero muy joven e inexperto para otras.
¡Pero qué obsesión con la edad ajena!
Fuera de esa realidad, nosotros mismos nos descalificamos con palabras, con acciones, con burlas, como si en verdad al cumplir 30 la vida fuera un declive. El promedio de vida en México es de 75 años, o sea que ya nos estamos muriendo desde la mitad de la vida, por dios... la gente está demasiado ocupada viendo que hacen los demás como para atender su propia vida.
Los estándares cambian con cada generación, los protocolos, los intereses...Dejemos de matarnos por tener 35, 40, 50 años. Si queremos vestir con playeras de caricaturas, ir a conciertos, viajar, ahorrar para un departamento, poner un negocio, no tener hijos pero si muchos perros, no tener perros ni hijos, que les valga madres.... vivan y dejen vivir.
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